En un castillo, se encuentra Don Francisco, un señor que va con su hijo. Ambos son exploradores de tesoros y buscan en un castillo un tesoro. Este tesoro tiene mucha variedad de joyas y se encuentran en un baúl. El baúl perteneció a un señor que coleccionaba joyas. Las joyas eran de diferentes tipos y estás estaban dentro de una caja. Don Francisco agarra una de las joyas y se la da a su hijo y le dice: toma, este es un tesoro para ti. El chico agarra la joya y la guarda en su bolsa. Saca entonces una bolsa con y se las muestra. Entonces, al abrir el baúl de tesoros, aparece una armadura que va caminando. Está armadura se para enfrente del señor y su hijo y le dice: hola ¿Que hacen? El señor y su hijo se acercan a ella. La armadura les vuelve a decir: ¿Necesitan ir a un lugar? La armadura abre una puerta y ve que hay dentro de la habitación una especie de cuarto donde hay una litera antigua. En esa litera, la armadura abre la puerta y ve ahí un cuarto con armaduras. Estás armaduras le hablan a al señor y su hijo y le dicen: hola ¿Que quieren comprar? El señor les pregunta: ¿Cómo están? La armadura que camina se acerca a un lugar y les da unos billetes al señor y a su hijo. La armadura se vuelve a meter en un cuarto y se queda ahí. Las armaduras venden piedras de colores. El hijo decide comprar una piedra y se la da a su papá. El señor se pone contento y le agradece a las armaduras. Estás armaduras se parecían a los de caballeros del zodiaco. Las armaduras eran doradas y de repente se meten a otra habitación donde se esconden. Don Francisco y su hijo se salen de ahí y se van contentos con su piedra. El hijo pregunta ¿Oye no habrá por aquí magos? Don Francisco le dice a su hijo: no. El hijo le vuelve a preguntar: ¿Por qué? Le dice a su hijo: no lo sé, había un mago acá que se llama Merlin. El hijo le pregunta: ¿En serio, como el de la leyenda? Don Francisco le dice: es un señor hermano suyo. Entonces el hijo enseña la gema y le dice a su papá: hay que llevarla a casa y ponerla de adorno. Podríamos ponerla en un cuarto. Y se encuentran con un señor que se parece a san Agustín. Este señor les dice: les daré un amuleto. Este amuleto me lo dió un señor que vendía una. Este señor san Agustín se va y le dice al señor: cuidense mucho y que se la pasen bien siempre. Se retira a un portal mágico y se mete. Entonces, Don Francisco y su hijo se meten a un coche de color azul parecido a un Nissan march. Se van contentos cantando. Y se encuentran a un espejo. Este es de color obsidiana y se parece a algo tipo prehispánico. Lo guarda el señor en su auto y se van los dos contentos. Cabe agregar que el castillo era como europeo.
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