En un patio de una hacienda vieja, se reúnen un grupo de personas con características extrañas. Estás personas son unos señores que portan unos extraños sarapes de colores y usan un sombrero grande. Estos se sientan alrededor de una fogata y uno de ellos saca un guitarra y empieza a tocar. Los señores se levantan y tienen unos mazos que ponen en el suelo. Uno de ellos, Rigoberto un señor de 50 años deja su mazo en el suelo y habla ante las personas. Este les comenta: hoy quiero hablar con ustedes de como vamos a organizarnos para hacer una fiesta. Empiezan a hablar entre ellos y uno de ellos se pone una máscara de viejo. Se supone es parte de una danza de viejitos de una zona de Michoacán y saca un mazo de cartas que lanza al aire. Este se transforma de repente en un ave con una mirada laser. Todos aplauden al señor y se sientan en sus sillas. Entonces el señor deja el mazo de cartas en una mesa y empieza a cantar una canción de un tonada como tipo mixteco y uno de ellos se sienta y se acuesta en el suelo. Entonces el que está acostado en el suelo, dice unas palabras curiosas como diciendo: ¿Hola cómo están? Entonces se sienta de nuevo y todos vuelven a agarrar sus mazos. Luego uno de ellos saca una botella de cerveza y se la toma. La deja junto a la silla y agarra el mazo de cartas. Luego este señor se sienta y revisa las cartas poco a poco. Luego saca una baraja que es un as y se las enseña a sus compañeros. Entonces todos aplauden y empiezan a tomar pulque de sus ánforas. Luego todos toman sus mazos y van hacia otro lugar en donde hay una estatua de un ídolo como sentado de un señor con plumas. Se sientan junto a la estatua y todos se toman de las manos y desaparecen.
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