En un día soleado y húmedo, un explorador llamado Robert, se encuentra llegando a una zona arqueológica, Yaxchilan. Los ayudantes de su barco, descargan los objetos de trabajo de su barca. Se internan en lo profundo de la selva y van buscando un nuevo templo recien descubierto. El explorador Robert llega ante el y observa una escalera de piedra muy grande que llega a su cima. Sus ayudantes y el van subiendo y llegan a la cima en donde hay una entrada en donde hay un corredor grande. En el fondo del corredor grande, se encuentra una estela misteriosa que no se logra ver a simple vista. El explorador prende una linterna y observa con atencion. En esa estela, se encuentra una imagen
de una chica con un vestido curioso como un tipo huipil blanco. La imagen de la chica contiene una pintura verde en su rostro. El explorador Robert se acerca con lentitud y va observando con atención los rasgos de la chica. Esa chica tiene una mirada curiosa y posee unos ojos rojos brillantes. En ese momento, Robert deja a un lado la linterna y se dispone a buscar una entrada. Tras observar bien, ve una abertura de piedra curiosa. En esa abertura, la abre y encuentra una escalera curiosa. Sus ayudantes y el van bajando moviendo su equipo lentamente. Llegan todos entonces a un gran cuarto de piedra. En el cuarto de piedra, observa un gran monolito. El explorador observa con atención el monolito y ve una inscripción curiosa. En el monolito, se halla un escrito curioso con unas letras tipo maya. Al leerlas, ve el explorador que dice lo siguiente: La princesa chica de jade puede aparecer ante ustedes. Los ayudantes y Robert se miran ante si y oyen un sonido de una voz femenina que sale del monolito. De repente, ante la mirada de ellos se destruye el monolito y aparece una chica como la que habían visto en la estela. La chica de jade, se baja del pedestal del monolito y se acerca lentamente ante ellos. Al darse cuenta de ello, los exploradores cierren hacia la escalera pero Robert se queda inmóvil ante la mirada de la chica. La chica entonces a través de su mirada lanza unas luces rojas que se meten en el cuerpo de Robert. Robert se contorsiona en el suelo y empieza a emitir una fosforescencia violeta.La chica de jade, sube corriendo lentamente la escalera, gritando en maya: iré por ustedes.Robert se queda quieto unos minutos con los ojos cerrados. Los abre y estos se ven rojos brillantes. La chica de jade, se encuentra con los ayudantes y estos se llevan las manos en la cara, presas de terror. De repente, la chica de jade lanza de sus manos un gas verde. Los ayudantes se desmayan y quedan en el suelo inmóviles. La chica de jade, camina entonces hacia la selva. En la selva, se encuentra con un jaguar. Se agacha y le dice: Dile a mi pueblo que tengo nuevos súbditos. En ese momento, el jaguar se interna de nuevo en la selva. La chica de jade, contenta regresa al templo y vuelve a bajar las escaleras en donde se encuentra al explorador Robert parado con los ojos encendidos. La chica de jade se acerca y le dice: serás mi súbdito por siempre y me ayudarás a calmar a mi pueblo. Robert asiente y lanza un fuego de su boca. La chica de jade sonríe y lanza una carcajada y se va con Robert de nuevo a la selva.
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